Eloísa Tamez, la Mujer que Demandó a Chertoff

Posted on 21 marzo, 2008. Filed under: Eileen Truax -Los Ángeles | Etiquetas: , |

Eileen Truax/Brownsville, Texas

Eloísa Tamez no está acostumbrada a tanta atención. Cuando los reporteros le piden una entrevista todavía se sorprende un poco. “Quiero saber, ¿por qué le interesa mi historia?”, me preguntó cuando la contacté por teléfono para hacer una cita con ella. La respuesta era obvia: “Porque usted es la única persona que ha demandado al secretario Chertoff debido al muro en la frontera”.

Desde que el Congreso de Estados Unidos aprobó el proyecto de construir un muro fronterizo, la vida de quienes viven en el Valle del Río Grande, en Texas, se ha visto radicalmente alterada. Las ciudades ubicadas en ambos lados del río, que marca una frontera natural entre México y Estados Unidos, tienen una relación de amistad y cooperación que data de siglos. Actualmente no se podría entender el desarrollo económico de El Paso, en el lado norte del río, sin Ciudad Juárez, su contraparte en el sur; ni la de Brownsville sin Matamoros, la de Reynosa sin McAllen o la de Eagle Pass sin Piedras Negras. Los habitantes de un lado pasan al otro a trabajar, a comprar, a comer, a veces sólo a pasar la tarde. En los primeros meses del año, algunas de estas ciudades hermanas celebran la tradicional ceremonia del abrazo: los habitantes de un lado y los del otro, encabezados por sus respectivos alcaldes, se dirigen hacia el puente fronterizo. Justo a la mitad, ambos pueblos se encuentran y los alcaldes se dan un abrazo que simboliza la amistad entre ciudades.

En medio de esta vecindad centenaria, al secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Michael Chertoff, se le ocurrió poner un muro. Y el muro tal, según el proyecto, pasará justo por en medio de la casa de Eloísa Tamez.

La casa de Eloísa, quien cuenta con 72 años y es académica de la Universidad de Brownsville, se encuentra en un terreno de tres acres ubicado en el área fronteriza. Descendiente de españoles y apaches, Eloísa asegura que esas tierras han pertenecido a su familia desde hace más de tres siglos. En octubre pasado recibió una llamada del Departamento de Seguridad Interna (DHS) pidiéndole que permitiera la entrada de agentes a su terreno.
“Cuando me explicaron lo que era yo les dije que no podía hacer un negocio tan crítico por teléfono”, relata. Días después Eloísa recibió la visita de un ingeniero y un capitán de la Patrulla Fronteriza, quienes le presentaron un documento que pretendían que firmara: un permiso para permanecer en su propiedad haciendo estudios durante un año, en el que especificaban que el DHS no asumía la responsabilidad por los daños que el proyecto pudiera causar al terreno o al inmueble.

Eloísa se negó a firmar y los visitantes le explicaron que, de no hacerlo, enfrentaría una demanda que podía terminar en la expropiación de la tierra. Y la demanda llegó, pero para entonces Eloísa ya contaba con la asesoría legal de Peter Schey, abogado especialista en temas de inmigración.
Antes de que llegara la fecha de su audiencia ante un juez, Eloísa presentó una demanda en contra de Chertoff, argumentando que la manera en la que pretendían entrar a su terreno, sin buscar una negociación previa, violaba la Ley de Declaración de Incautación.

Para sorpresa de todos, un mes después, el 7 de marzo, el juez Andrew Hanen emitió un primer fallo judicial a favor de Eloísa y de cualquier otra persona que pueda ser afectada en sus propiedades por la edificación del muro a lo largo de la frontera, asentando que el DHS debe agotar el procedimiento de negociación antes de proceder a la expropiación. En el caso particular de Eloísa, el juez no encontró evidencia suficiente de que se hubiera buscado dicha negociación.

“Yo veo esta decisión del juez como un triunfo”, me dijo Eloísa tímidamente. “Nosotros dijimos que el secretario Chertoff no estaba siguiendo la ley y el juez dice que estamos en lo correcto. No pueden sólo entrar y tomar mi tierra; primero tengo que ser consultada”.

Esta primera victoria, sin embargo, es el inicio de una guerra mucho más larga que aún está por librarse. Tras conocerse el caso Tamez vs. Chertoff, cerca de cien propietarios de tierras que ya habían firmado permisos al DHS decidieron buscar asesoría legal, por lo que es posible que la demanda inicial se convierta en una demanda de clase. Y Eloísa, por su parte, está firme en su postura de que ella no va a vender.

“Aunque sean sólo tres acres, es todo lo que tengo”, dice con firmeza. “Al principio sí me daba miedo, pero cuando se comenzó a acercar la gente tuve fe en que estábamos en lo correcto. Yo ya lo veo como un triunfo, porque nunca se había visto que una persona del campo buscara una meta tan grande como enfrentarse a un secretario. Pero yo exijo que él siga la ley, porque él más que nadie debe respetarla”.

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4 respuestas to “Eloísa Tamez, la Mujer que Demandó a Chertoff”

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En un país como el mío en el cual una periodista puede demostrar con claras evidencias delitos y abusos obteniendo de los jueces absolución a los culpables, el de Eloisa me parece un gran triunfo, valla q si.

Que orgullo de Sra., hay veces que uno da por perdido batallas más pequeñas y cosas como esta lo vuelven a inspirar. Siempre hay que pelear por lo justo, si no, qué caso tiene, aun cuando sepamos que va a ser difícil.

Saludos Eileen

¡Qué mujer tan admirable!!! Una historia maravillosa, Truax, que invita a la reflexión. Un abrazo.

[…] el TLC.  Entre eso, y el muro—perdón, "barda"—fronterizo que tan insistentemente y están construyendo, no inspira precisamente un ambiente de apertura para el futuro.  […]


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